De 99.3 a 92.8 Kilos en tres semanas: Cómo la Epigenética cambió mi cuerpo

Descubre el poder del test epigenético.

¿Alguna vez has oído hablar del test epigenético? Permíteme compartir mi experiencia y cómo este test ha transformado mi salud.

Todo comenzó cuando contacté a Wilnur Rudberg, una experta en bienestar y epigenética. La entrevisté para conocer su historia de vida como mujer, madre y emprendedora. Además, Wilnur es la madre de Omar Rudberg, un cantante y actor que se ha convertido en una estrella mundial por su papel protagonista en la serie de Netflix, Jóvenes Altezas.

Al final de nuestra entrevista, hablamos sobre su trabajo con la epigenética, y me pareció fascinante. Aunque había estudiado coaching de salud integral y leído varios libros sobre epigenética, nunca lo había aplicado a mi vida. La conversación con Wilnur me motivó a pasar de la teoría a la práctica.

¿Qué es el test epigenético?

¿Cómo puedo hacer el test epigenético?, le pregunté a Wilnur. Me explicó que debía viajar a Estocolmo y hacerlo con ella.

Aprovechando un viaje a Abu Dabi por trabajo con un cliente, me dirigí a Estocolmo.

Wilnur subió a mi habitación y se puso unos guantes de cirujano. De una maleta sacó un dispositivo redondo, de unos diez centímetros de diámetro, que conectó a una computadora portátil. “Es un escáner que va a leer la información del folículo piloso, es decir, la raíz del cabello”, me explicó.

Tomó una pequeña pinza y procedió a extraerme unos cuantos cabellos de la nuca. “Aquí es donde hay más información”, añadió. Colocó la muestra de cabellos sobre el dispositivo, hizo un clic en el teclado de la computadora y el dispositivo comenzó a escanear mi cabello. “La información ahora se enviará a un centro de análisis en Alemania y pronto recibiremos el informe”. El informe no tardó más de 20 minutos en llegar; eran 40 páginas densas de información.

Wilnur no me entregó el informe de inmediato; en cambio, concertamos una cita para el día siguiente, dándole tiempo para estudiar toda la información. Esto me puso un poco nervioso. “¿Mi mamá ya te sacó los pelos?”, me preguntó irónicamente su hijo, Omar, cuando lo vi esa tarde. “Sí, y estoy preocupado”, le contesté con sinceridad. “Pero es mejor conocer la verdad”, respondió Omar, con la mirada segura de quien ya había pasado por este proceso varias veces.